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martes, 12 de octubre de 2010


Cuando en el año 2000 comienzan a intensificarse los procesos de reivindicación de tierras ancestrales usurpadas al pueblo mapuche, en el sur de Chile, niños y niñas de esa etnia han sido víctimas de la violencia política, policial y jurídica con que el Estado ha respondido a sus manifestaciones de protesta social. Violencia que ha ido en aumento.

La situación va desde ser atormentados por los reiterados allanamientos masivos a sus comunidades con el uso de fuertes contingentes de Fuerzas Especiales y la “militarización” de sus territorios, hasta llegar a la tortura, el secuestro, los interrogatorios ilegales, las heridas de bala e incluso la imputación de cargos de carácter penal en contra de los y las menores de edad.

Diversos estudios, incluso del propio Estado, como el informe elaborado por el Servicio de Salud Araucanía Norte, han constatado los severos daños psicológicos que hoy presentan los niños y niñas mapuches. Trastornos del sueño, incontinencia de la orina, sensación de temor exaltada frente a las policías, son sólo algunas de las secuelas, en una infancia marcada por maltratos y abusos que han presenciado, y que hoy reciben en forma directa, cada vez con mayor impunidad.

De no tomarse medidas inmediatas, o de persistir la ausencia de sanción frente a estos delitos, el Estado favorece no sólo la impunidad, sino también su reiteración.
Es labor de los medios de comunicación denunciar estas atrocidades a la opinión pública, pero hasta ahora permanecen casi en silencio en su cobertura sobre lo que se ha llamado “conflicto mapuche”. Parte de esta verdad oculta y lacerante, permanece en la más completa oscuridad.

El Estado, en este como en otros casos, utiliza de manera solapada, el ataque a la infancia como un mecanismo de presión para mermar el ánimo de quienes han decidido luchar por revertir la situación de injusticia a la que se ha sometido a los pueblos originarios de este territorio, reprimiendo a sus seres más queridos, los niños y niñas.

Los niños de Temucuicui, de Requém Pillán, de Yupeco y de otras muchas comunidades ya no tienen paz ni buenos sueños: dibujan la guerra que les hemos heredado, la guerra que Chile mantiene viva y que se oculta tras la retórica de la política y las cifras de la economía. En los ojos de esos niños arde ahora el germen de la venganza, la pesadilla de la piedra llameante que busca derribar al gigantesco enemigo.

Un niño mapuche llora y corre tras un furgón policial. En él llevan a su madre detenida. ¿Cómo se llama ese niño? ¿Cómo se llama esa madre? Nadie sabe, la policía se aleja y sólo queda el dolor, el humo, el polvo del enfrentamiento y el rojo camino de tierra que sostiene la sombra de los altos y voraces bosques de pinos y eucaliptos.

Es el deber de todas las instituciones que trabajan las temáticas de infancia el garantizar la seguridad e integridad física y psicológica de los niños y niñas mapuches.



RED COMUNAL DE INFANCIA Y CONTRA LA VIF
LA FLORIDA.

Colaboración de la comunidad de Temocuicui.

CARTA DE UN NIÑO MAPUCHE EN HUEGA DE HAMBRE.


Yo soy Luis Marileo Cariqueo, detenido en el Centro de Menores CIP CRC de Chol Chol, llevo 21 días en huelga de hambre junto a mi peñi, José Ñirripil, desde acá le hago un llamado al GOBIERNO y a quien lo representa, Sebastián Piñera, a que se pronuncie con claridad ante nuestras demandas, que buscan la justicia y la transparencia en nuestros procesos, todo en dirección a la libertad ancestral de nuestro pueblo.

De esta misma manera, quiero decirle a esa gente que nos ha tratado de “delincuentes” que nosotros somos gente de nuestro pueblo, nos debemos a él, un pueblo que ha pertenecido siempre a este territorio, ahora sin embargo, quienes se creen dueños de estas tierras, nos aplican la ley antiterrorista, como una forma de destruirnos, detenernos, ellos jamás han respetado nuestros derechos como pueblo, como seres humanos, como niños, jóvenes, ancianos, como mapuche… ahora nosotros como jóvenes estamos acusados por una de las leyes más complejas y deshumanas, me pongo de ejemplo, pero recuerden que no soy el único que está en estas condiciones, a mí me acusan de Asociación Ilícita Terrorista a los 17 años de edad, con dos meses de investigación, ahora llevo más de 5 meses detenido, lejos de mi familia, dejando mis estudios, llevo 21 días en huelga de hambre, tomando esta decisión por las condiciones en las que me encuentro.

Sólo por pensar en mi gente, en mi pueblo, por luchar por algo que creo justo, por crecer con la convicción de la liberación de nuestro pueblo, este encarcelamiento sólo reafirma el deseo de los poderosos de mantener adormecidos, atontados a los jóvenes, que no tengan por qué luchar. Yo me debo sólo a mi pueblo, a mi comunidad y a mi familia, no pertenezco a ninguna organización, mis ideales los he construido en mi corta vida, ya que de niño he sido hostigado, torturado y la mayoría de mi familia ha sido encarcelada, esta realidad me ha hecho cada día más fuerte y me hace creer en la libertad de mi pueblo.

Quiero recordarle al Gobierno, que nosotros no hemos ejercido violencia ni hemos fundado el terror en la población, no cargamos con ninguna muerte, al contrario de ustedes, han matado a un niño, caso que quedó impune, han matado a dos jóvenes, dejaron sin padre a un niño de dos años, han allanado nuestros hogares, interrogando a niños, aplicando violencia, tortura, causando terror. Les recuerdo cuando dejaron amarrada a la Machide nuestra Comunidad, tirada en el suelo, al lado de sus dos pequeñas hijas, mientras se llevaron detenido a su hijo de 12 años, a mí eso me hace relación con la palabra violencia, tortura, violación de derechos humanos. Será necesario seguir nombrando hechos como estos, podría llenar hojas y hojas, y ante esto, ¿cuál es su respuesta Señor Presidente?.

Desde esta cárcel, quiero agradecer a la gente mapuche y no mapuche por su gran apoyo a nuestra causa y también darle toda mi fuerza a todos los peñi, que están asumiendo dignamente esta huelga y en general a todos los Presos Políticos Mapuche de las distintas cárceles de la región.

AMUAIN TAIN WEICHAN WEUWAIÑ

DESDE LA CARCEL DE MENORES DE CHOL CHOL
LUIS MARILEO CARIQUEO